viernes, 19 de abril de 2013

Prontuario - Ariel Idez- La última de César Aira


Cae en la mesa de nuestra casa La última de César Aira. Ponemos la pava en el fuego y, con fruición, empezamos a pasar los renglones... hay algo raro: no suena a Aira... sí una tonada de fondo, pero mucho más gaseosa que el César que conocemos. Así que volvemos a la tapa: ¡Ah! Era La última de César Aira, de un tal Ariel Idez. Esclarecida la confusión, retomamos.
Después de 211 páginas, elaboramos un

Prontuario de la Proxemia

Crimen: La última de César Aira, Pánico el pánico, Buenos Aires, 2011.

Agravantes:

  • Nombra a los personajes a partir de una característica, "Típico puto nazi".
  • Introduce puteadas solo para hacer un chiste.
  • Describe actividades cotidianas intrascendentes mal escritas: "De vuelta en su casa, inapetente y preocupado, Dante apenas picoteó unos cubitos de salamín y queso, acompañado de una botella de un buen vino tinto que guardaba para mejores ocasiones."
  • Dota al personaje de características que solo sirven para hacer chistes malos.
  • No se la juega; el Típico Puto Nazi hace comentarios racistas y el Enano más Sexy del Mundo se ve obligado a censurarlo.
  • Personajes marginales al pedo para favorecer una diversidad simulada. Chueng -el taiwanés- y el afroporteño.
  • Escribe vago.
  • Lugares comunes: "Permanecía en el mismo lugar... como una liebre encandilada" p 118; "Perdí como en la guerra." p. 120.
  • Desestima los propios recursos: el Enano desmerece la alegoría de Chitarroni luego de su extensa exposición.
  • Pone escenas de sexo que no son buenas. Por ejemplo, el encuentro del Enano más Sexy del Mundo y Maira.
  • Dice en vez de mostrar. "La iluminación era pésima". p. 127. (¡La novela también!)
  •  Usa el estilo del autor como si fuera gratis, lo enviste de nimiedades.
  • ¡Compara a Aira con Martin Amis!
  •  Peroratea sobre el negocio editorial como si se tratara de una kermese. 
Acusado: Id(iot)ez nació hace bastante poco, lo cual nos hace dudar de los acertado de su visión.
Orate = 344 . 554 . 1198


Estilo/ Contenido: Simplista y paródico. Quiere emular a Aira pero lo único que logra, en vez de las enrarecidas lógicas de la Máquina, son discordancias en tiempo y espacio, las operaciones fútiles de un personaje feliz (¡horror!) con nombre autorreferente -porque evidentemente el lector no sabe deducir - y una alegada rareza sobre la figura y escalafón de los paseadores de perros. Esto último sería interesante si se tratara de una composición de cuarto grado.

Estado de la materia: Gaseoso. Nunca toma forma.

Digestión: Indigesto.

Para leer en voz alta: Sí, junto a la sentencia.


Veredicto: Epígono de pacotilla.

Sentencia: Que lo paseen con correa.

Claramente, podría realizarse este sumario con cualquier novela (¡abundan!). Sin embargo, la elección de un escritor argentino vivo como motor de la narración nos hace interrogarnos acerca de las posibilidades de realizar una buena novela que introduzca referencia tan explícita, redundante y ostensible del campo literario. Continuaremos con las exploraciones al respecto.

Y que sea la última...

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