Formato Editorial: como su autora, la editorial es joven y lo muestra en su trabajo artesanal y cálido: hojas tipo carta, con una tapa hecha en lápices de colores sobre papel de calcar; de fácil anotación y manipulación para leer incluso acostado.
Bio: poeta y economista del '82; publicó también los poemas Nos vemos (Tammy Metzler) en 2011.
¿Cómo llegó a la Proxemia?: adquirido, junto a El recital de Ashbery de Tomás Fadel, en la presentación de Hoja de Trabajo hace unos meses –en el CC Teresa Israel.
En serie con: Intercambio sobre una organización de Violeta Kesselman, Ricardo Carreira, Poesía Civil de Raimondi.
Animales y organismos a los que remite: burgueses anti-burgueses, nueva juventud ministerial, el cercano y distante aparato del Estado, y a buitres merodeando.
Estructura: libro de poemas cortos –como entradas de diario– que se permiten fugar, cada tanto, hacia la prosa o el tweet. El título muestra ya la estructura que va a adquirir el libro: inmerso en un contexto social concreto (el Ministerio de Economía actual, donde trabaja el yo lírico) aparece la poesía en lo más duro y cotidiano del lenguaje (MEcon, el modo coloquial de llamarlo; a la vez usual para quienes trabajan ahí y extrañísimo al oído de quienes no –¿Mecon o Mecón?) para proponer una nueva relación de sintaxis alterada: me-con.
Contenido/ Temas: análisis, pausado y preciso, de la comunidad interior al MEcon y sus imágenes hacia afuera: desde el registro coloquial de conversaciones cotidianas ("Llega juan/ hola, hola/ Están con el mail de emma?/ Chequeaste el mail de emma?/ Hola/ Emma mandó un mail que decía urgente/ bueno, dale") hasta el bloque catarático puro, duro e impronunciable de una lista de importaciones ("01013000 Especies asnales/muar, de raza pura, para procreación/ 010110010 Caballos reproductores de raza pura", durante dos páginas). La postura política es explícita ("Marcho por los derechos humanos y las ideas socialistas: con los de las 12 y los de las cinco"), sí, pero lo es, sobre todo en pos de mantener la precisión al momento de construir la mirada, el poema y el artefacto –MEcon–, por eso: "En este texto tiene que aparecer la palabra burguesía. La burguesía es la racionalidad y el capitalismo".
El tema de importancia no es la economía argentina, ni el Ministerio, ni el ministro (como supuso algún analfa por ahí): sino el lenguaje; el lenguaje, claro, desde una posición definida (la del sujeto) y en sus espacios de intercambio (Algunos de ellos, nuevos: el Estado como un lugar cercano a la juventud).
El tema de importancia no es la economía argentina, ni el Ministerio, ni el ministro (como supuso algún analfa por ahí): sino el lenguaje; el lenguaje, claro, desde una posición definida (la del sujeto) y en sus espacios de intercambio (Algunos de ellos, nuevos: el Estado como un lugar cercano a la juventud).
Estilo: Sucinto y variado (algunos poemas adscriben a posibles desarrollos poéticos diversos); en general reina un procedimiento analítico (de desglose semántico) al que alude un poema-homenaje a Ricardo Carreiro, y la percepción-lupa sobre objetos, voces y lenguaje.
Nos preguntamos: ¿Se puede tomar como objeto la economía argentina y el Estado sin contemplar lecturas en términos políticos?
Nos respondemos: En absoluto; y, en ese sentido, MEcon adolece de cierta ingenuidad. Si bien sabemos que el yo lírico marcha "por los derechos humanos y las ideas socialistas", se ausenta una posición política específica de la coyuntura a la que, si bien no es norma general para todos los textos, éste se asoma pero retrocede.
Anclaje Socio- histórico: acá, ayer, hoy, mañana. Las referencias lo dicen todo: se camina por Avenida de Mayo, se habla de Kicillof, se recuerda la época de estudios en la Universidad de BA.
Estado de la materia: Líquido.
Digestión: Lenta.
¿Para leer en vos alta?: Sí, aunque no sea su apuesta más fuerte.
¿Para leer en vos alta?: Sí, aunque no sea su apuesta más fuerte.
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