Formato Editorial: Como ya es su costumbre, Pánico el Pánico nos regala una obra altamente prescindible para cualquier biblioteca, la de todos. Una edición volátil, de flexibilidad aguda y de menos de 150 páginas.
Bio: Escritor cuarentón, evidentemente comprometido de manera distorsionada con las consecuencias de la última dictadura en nuestro país.
¿Cómo llegó a la Proxemia? : Alguien quiso despilfarrar dinero.
Contenido/Temas: Una militante de la revolución montonera, después de que "el Marqués"- una figura de respeto y renombre entre los revolucionarios- la deje embarazada y se aleje del grupo de marginales, sufre la desgracia de que secuestren a su hijo. Al pasar unos días, ella también es secuestrada y confinada a vivir sola en el lavadero de una casa en una zona rural. Es torturada y violada, con la consecuencia de que da a luz a un hijo anualmente. Desde el lavadero oye voces y un día, descubre que vienen desde un corral afuera de la casa. Al mismo tiempo, descubre unos bizarros videos filmados con los seres que corren y se revuelcan en ese corral.
Estilo/ Interacción: Llama la atención la cantidad de errores relacionados a los tiempos verbales del modo subjuntivo, y también la repetición casi enfermiza del adverbio “media” para intensificar un adjetivo; como por ejemplo: “media tibia”- y no por referirse a un calcetín sino a la temperatura de un líquido.

Punch: Medio. Puede ser al inicio de los capítulos “Para una Ontología Deforme”. Los nombres que elige para los personajes (Evo, Adana, Eve) terminan por desactivar el punch que pudo haber construido al principio. Ah, la metamorfosis genital podría estar mejor dispuesta.
Organismos a los que remite: mogólicos, picanas, viudas, marqueses.
En serie con: Lamborghini, O.
En serie con: Lamborghini, O.
Anclaje sociohistórico: Las afueras de Buenos Aires, un corral, en la segunda mitad de la década de los 70.
Nos preguntamos: ¿Es inteligente, nuevo y diferente el título a modo de juego de palabras?
Nos respondemos: No
Estado de la materia: gaseoso.
Digestión: Indigesto
¿Para leer en voz alta?: No.