Formato editorial: Una excelente edición voluminosa, de papel liviano y 300
páginas separadas en minúsculos capítulos intercalados entre la vida de la
narradora en Nowa Ruda, la vida de algunos habitantes de la vecindad y una
mártir del siglo XII y el abad que escribió sobre su vida.
Bio: Célebre autora polaca, comprometida con la post- guerra, los lugares de
indeterminación textuales y geográficos, razón por la cual reside en Nowa Ruda.

Animales /Organismos a los que remite: Alemanes expatriados, sueños, mártires y
hongos en todas sus formas culinarias.
En serie con: Nada leído de este
lado del muro.
Estructura: Capitúsculos de fácil manejo y
negociación, pero densos en los conceptos que proclaman: “If you find your
place, you’ll be inmortal” y un personaje caníbal ocasional llamado Ergo Sum.
Contenido/ temas: Una pareja de gente polaca se muda a Nowa Ruda
y conoce a Marta, su anciana vecina. Residen en una calma interrumpida por
visitas de vecinos, chismes e intromisiones de la computadora en forma de
capítulos apartados, recolectando hongos y rememorando historias de fundadores,
mártires y alemanes que se vieron obligados a cederles esas tierras del sudeste
de Polonia después de la Segunda Guerra Mundial.
Estilo/Interacción: Tenue pero
ardiente. Un vaivén intrépido, de incógnito y sumamente placentera al oído. La
protagonista relata en primera persona pero mayormente habla de los demás, así
que podría ser una tercera encubierta.
Punch: Los
elementos oníricos, y el hecho de que despertarse de la guerra los dejó en un
estado de duermevela en aquellas zonas rurales.
Anclaje sociohistórico: Sudeste de Polonia a fines de los 90, Alemania
en el siglo XIII, y los 40s en Polonia.
Estado de la materia: gelatinoso.
Digestión: Lenta.
Para leer en voz alta: Sí, pero con público
que debata luego de cada frase.