Formato
editorial: Endeble edición de tapa blanda y nada de pretensión. Cautivante arte
de tapa, que predicen los elementos vudú y misticismo que encierra la narrativa
de Hopkinson.
Bio:
Jamaiquina rebelde, hija de amigos de Derek Walcott, emigrada a Canadá. Una vez
que mendigó por unos años, se convirtió en profesora de Creative
Writing en la Universidad de California.
Cómo
llegó a la Proxemia? : Por un harto capricho de investigación literaria que se
encuentra en suspenso.
En serie
con: Cualquier obra del realismo mágico mezclada con obras de teatro de
Walcott, brujería, cánticos folklóricos del Caribe y Star Trek.
Estructura:
Dos narradores cuyos relatos se entrelazan en la historia de Tan- Tan. Uno es
una especie de griot, narrando las proezas de la Robber Queen, Tan- Tan a un
¿invisible? narratario, y el otro nos cuenta la historia linealmente, con
separación en capítulos sin nombre. Hopkinson usa negritas para diferenciar narradores,
y asteriscos enmarcan los discursos de personajes que no hablan “human
language”.
Desafío
Lamborgh: Tan- Tan se convierte en una figura mítica, gracias al fruto
incestuoso de los abusos de su padre.
Contenido/
Temas: En una sociedad distópica futurista (donde todos tienen un chip en el
oído conectado a la inteligencia artificial madre) un político corrupto termina
exiliado con su hija, la viola y eso la hace volverse una forajida en una
colonia de destituidos. El lenguaje es un creole hibridizado entre el inglés,
el francés y los giros idiomáticos sobre mitos y leyendas en el Caribe (como el
de Nanny Maroon, o Jankaroo). Tan- Tan, en un viaje de aprendizaje desde su
vida acomodada en Toussaint (claaaro) a la colonia penal de New Half- Way Tree,
encuentra alternativas a la existencia, que abren opciones inimaginables –
alienígenas que hablan entre asteriscos y se ven como pájaros, vivir en un
árbol, parir en el medio de un carnaval, y tener ganas de seguir corriendo.
Como todo relato de una autora de origen caribeño y africano por extensión,
remite al mito del Pasaje Medio, y es una alegoría del proceso de de-
colonización, con la magnánima idea de transpolarizarlo al universo de la ciencia-
ficción- pero desde una perspectiva femenina. Inagotable.
Estilo/interacción:
Hopkinson asevera que escribe dentro de la tradición de la Ficción
Especulativa- que es un género con límites tan borrosos como las identidades
nacionales en el Caribe. Tiene mucho de
ciencia ficción y mucho de imaginar qué habría pasado si. Imposible de leer si
se quiere mantener un respeto por la sintaxis y gramática de la lengua inglesa.
Pero una vez que uno se olvida de esos detalles, es un placer. La musicalidad
de la tradición oral se evoca en cada verso, en cada contribución del eshu (la
A. I. a la que los ciudadanos de Toussaint están conectados), en la
representación de Tan- Tan que el primer narrador entreteje en las fábulas que
cuenta. Las metáforas y símiles tienen como referentes animales, plantas y
espíritus que sólo se encuentran en la comunidad de Jamaica y tal vez Trinidad.
El narrador no es un snob que habla bien en inglés y pone en evidencia a los
personajes, tan ineducados. A la Selvon, Hopkinson hace que sus narradores
compartan su irrespetuosa variedad de inglés que sus personajes, fanáticos de
las interjecciones en francés y los animales autóctonos.
Punch: Detalles, detalles sobre el acto más
despreciable que un ser humano puede cometer. Un hombre, claro. Sin perdón, ni
tapujos, ni anestesia.
Nos preguntamos: ¿Qué onda la ciencia ficción? ¿Es
seria como género?
Nos respondemos: Siempre y cuando el ambiente
futurista y los avances tecnológicos sirvan el propósito de criticar al neo
colonialismo, y no endiosen la estéril y profiláctica interacción en dichos
ambientes.
Anclaje Socio- histórico: Otro planeta, dentro de dos
siglos.
Estado de la materia: Líquido
Digestión : rápida